Por esta razón es que resulta fundamental que al papel se lo considere como un verdadero exponente del fin que se alcanzó en un determinado proceso de fabricación, sin olvidarse que para llegar a ese fin se debió dar muerte a un árbol. Este hecho es solo uno de los tantos que se relacionan con la sobreexplotación de los recursos madereros, que próximas generaciones van a tener más en cuenta porque quizás padezcan las consecuencias de estos daños al Medio Ambiente. De esta manera, hay que pensar siempre que todo aquello que en la actualidad se nos presenta en abundancia, el día de mañana puede ser sumamente escaso y requerido. 

Obtener papel reciclado:

El papel reciclado se presenta como la solución básica para el problema de la deforestación, siempre y cuando se lo realice a partir de procedimientos apropiados, ya que muchas veces se abusa de los elementos químicos, que resultan sumamente agresivos. Asimismo, hay que tener siempre en cuenta a las políticas medioambientales y también a las políticas industriales. Si nosotros queremos realizar papel reciclado por nuestra cuenta, cabe mencionarse que es posible emplear casi todos los tipos de papel para esto, o sea, desde papel higiénico, pasando por periódicos, hasta papel de empapelar. En primera medida, hay que considerar que el papel que empleemos no se encuentre plastificado, porque no nos servirá. Se debe recortar el papel en pequeños trozos, luego, una vez que se ha cortado lo suficiente, se pondrá el papel en un recipiente con dos partes de agua (de papel debe ser una sola parte). Si el papel que utilizamos contiene tinta en su constitución, el agua deberá estar caliente. Luego se bate la mezcla, hasta que el papel esté bien finito y molido. Posteriormente, le pasamos agua por encima y en otro recipiente colocaremos agua fría, a la cual le añadiremos puñados de la masa que obtuvimos. Esto formará una lámina de papel reciclado, de la cual deberemos extraer todas las cantidades de agua sobrantes.

Repaso histórico:

Hay que señalar que el sistema de producción de papel primitivo presenta grandes diferencias con la fabricación de papel de características modernas que permite que disfrutemos del papel reciclado. En el siglo XVII, por ejemplo, la elaboración de papel fue una de las tareas más artesanales e individualizadas que podían encontrarse. Asimismo, dicha labor no alteraba en absoluto la estabilidad o el bienestar ecológico de los ecosistemas naturales. Esto se le puede atribuir al escaso volumen y también a las implantaciones.

A comienzos de 1660 se puede ubicar el primer paso de producción acelera de papel, es decir, la industria comenzó a fabricar a paso acelerado, en gran medida gracias a los descubrimientos que hizo la ciencia y también a todos los avances técnicos  - dentro de los cuales podemos ubicar a la mejoría en la calidad y en la variedad de texturas de papel, junto con el importante hallazgo de Guttenberg: la imprenta – y al fuerte y sostenido desarrollo de la cultura. Todos estos factores provocaron que el papel fuera catapultado como uno de los principales soportes comunicativos de las masas en todo el mundo. De esta manera, se produjo un inevitable consumo masivo del mismo, es decir, de todo lo que estuviera vinculado a la fibra vegetal. Este hecho, por ende, ocasionó el abuso del papel y, como consecuencia, el desgaste de todos los árboles de los bosques del mundo lo que hizo que se recurriera al papel reciclado actualmente.

En el siglo XX la transformación que se generó en el proceso de fabricación fue notable, es decir, se abordaron una serie de métodos mucho más innovadores que los tradicionales y se incorporaron productos auxiliares, para darle resistencia, impermeabilidad y nuevas tonalidades al papel. Asimismo, ciertos métodos permitieron el acabado de las superficies y una nueva disposición de las fibras vegetales. Esto no hizo más que agudizar el problema que ya venía desarrollándose, ya que aparecieron nuevos contaminantes de la atmósfera y de muchos ríos del planeta.